"SIN SOLTAR UNA LÁGRIMA" por Diego

Partido al medio, perdido en la cancha, desordenado. Asi se lo vió al equipo de Cebollitas. Afecto al rendimiento del equipo la rotación en el arco, mas que nunca sintieron la ausencia de Pela Sanchez cubriendo las espaldas de los defensas, en ningún momento pudieron acomodarse en la cancha y transmitir la sensación de solidéz que mostraron en cotejos anteriores. Se alternaron la función de conductor Dario y Gonzalo, pero ninguno pudo hacerse dueño de la conducción del juego, Dario manejó bien la pelota pero no aprovechó el juego asociado, pocos pases con peligro para el arco rival, y Gonzalito bajo en lo físico, raro en él, intento una y otra vez proyectandosé por la derecha y por el medio, pero cada embate era contenido por una defensa tremendamente sólida. En el arco Tiburón, Fabi Vilchez realizó una tarea fantástica, tapo pelotas en momentos claves, esas atajadas dolian como cachetazos en el alma de un equipo Cebolla que se desmoralizaba con el correr de los minutos; Por la banda derecha de la defensa celeste, Fabi Dojas, quien realizó una tarea bárbara, marcaba y se proyectaba con criterio, bicho para clausurar su punta; En el centro de la defensa Gustavo cumplió, para mi gusto, el mejor partido desde su fichaje para los Tiburones, rápido en el anticipo y como siempre firme en la marca; Completando la linea de fondo estuvo Cucu, quien a su seguridad defensiva le sumó proyección hacia el arco rival con buen timing a la hora de marcar y buen pié para salir jugando, buen partido, el mejor desde que está en el Tiburón. Buena labor de Diego en el ataque del equipo, importante a la hora de marcar en el arco contrario y bien parado en el medio para tapar los avances de los Cebollitas. El equipo de naranja nunca le pudo encontrar la vuelta al planteo táctico del equipo del Bambino, Alejandro intentó cortar y pasar al ataque como hace habitualmente, pero no estuvo fino en la marca y su tarea en ataque fué apenas aceptable. El partido transcurrió minuto tras minuto con un creciente dominio de los celestes, Pablo trató de jugar anticipando los ataques del rival, pero perdió mas de lo que ganó, acompañó los ataques y pudo convertir algún que otro gol, pero al igual que sus compañeros tuvo una discreta actuación. Pasando la mitad del partido la suerte ya estaba hechada para el conjunto Cebollín, la desesperación inicial dió lugar a la resignación. Fernando probó una y otra vez con su potente remate batir al guardametas Tiburón, y a pesar de haber convertido y reventado a pelotazos al pobre arquero celestito, su nivel estuvo bastante por debajo de la performance del partido anterior. Final del encuentro. Un baile sin música que disfrutó la parcialidad Tiburonezca, 6 arriba para los del Bambino. Los naranjas deberán ordenarse en el campo de juego, tarea para el hogar para el Dr. Bilardo, si quieren hacer frente a un equipo Tiburón que se comió una cebolla sin soltar una lágrima.-